Tradición Oral Latinoamericana

Publicado: diciembre 21, 2010 en Uncategorized

 

 

La identidad de una cultura se sostiene por la historia y el patrimonio tradicional, por la memoria y por la capacidad de ver y aprehender el pasado que unifica con elementos y símbolos propios y particulares y que se instala  en el presente para construir el futuro.

 

 

La oralidad: fuente de enseñanza

Sentada en las rodillas de mi abuelo, palabras que tejían historias de lugares fantásticos o de lugares  comunes como un jardín,  iban de poco a poco llenando mi mente de personajes que se volvieron parte de mí. Un personaje tan común como la “Llorona” o el “Cuco”, clásicos personajes de la niñez, se volvieron en personajes tan cercanos a nosotros que ya son parte de nuestra historia e identidad. Ante esto, ya podemos vislumbrar la importancia que la tradición oral ha tenido en nuestras vidas, que ha ido siendo reemplazada sistemáticamente por otros soportes como internet y la televisión, pero que no por eso, ha desparecido, sino que se ha transformado y dinamizado.

Cuando éramos pequeños nuestros días se llenaban de cuentos, mitos, poesías, leyendas, entre otros relatos que llegaban desde distintos lugares. Abuelos, padres, tíos y amigos se convertían en  fuentes de historias sobre personajes con interminables hazañas, proezas y encantos. La oralidad, desde el comienzo de nuestras vidas, constituye una parte fundamental de nuestra historia personal, nos identifica mediante la personalidad que cada relato va constituyendo como, por ejemplo, la historia familiar. La cultura oral surge como nuestro carnet de identidad de la vida, y  es así cómo en Latinoamérica también está encargada de crear y proporcionar la identidad que los pueblos han forjado a lo largo del tiempo.

Por Mario Fernández

Latinoamérica es un continente basado en la cultura oral. Toda la tradición cultural de los distintos pueblos que crearon y conformaron este rico continente, ha sido transmitida mediante la palabra, de generación en generación y de boca en boca. Puede pensarse, de manera errada, que la oralidad ha sido suprimida por la escritura y que la tradición de la palabra se ha perdido junto con muchos pueblos que han desaparecido, pero si analizamos bien la cultura latinoamericana, podemos ver que la oralidad se ha ido enriqueciendo y cambiando de forma permanente, ya sea por medio de la escritura o, en la actualidad, con los medios de comunicación masiva. Esto es, la memoria popular se ha combinado con los nuevos soportes y la voz colectiva ha sido perpetuada.

Latinoamérica es reconocido como un continente de cultura oral. Desde los habitantes originarios de estas tierras y hasta el periodo de la Conquista, con la llegada de esclavos a esta parte del mundo,  las tradiciones culturales se fueron transmitiendo vía oral.

Durante siglos, las antiguas culturas se reunían en torno a un relator que, haciendo uso de la palabra hablada, transmitía las costumbres, creencias y tradiciones de todo un pueblo. Creencias ancestrales de su vida cotidiana, social, religiosa y económica se transmitían de boca en boca, mediante relatos históricos que se iban inculcando de generación en generación para conformar su identidad cultural y cohesión de grupo social.

Esta oralidad, que caracterizaba a los pueblos legendarios, surgió de la necesidad del ser humano para explicar los fenómenos naturales y sociales. Es la doctrina más antigua  de la que se sirvieron los originarios, para entenderse unos con otros y lograr la unión e identidad propia.

Los indígenas no sabían leer ni escribir, y la palabra era el instrumento más importante y clave en la formación de los pueblos y Latinoamérica. Cada pueblo tenía una tradición  acorde a sus necesidades históricas y sociales particulares.

Por Claudio Brossa

Estos relatos orales, eran una verdadera instrucción que los mayores, con más experiencia y conocimiento, transmitían a los más jóvenes para que la memoria del pueblo no se disolviera, sino que se fortaleciera  y así rescatarla de un posible olvido. Las enseñanzas de tenían carácter ideológicos y morales, indicaban a  los hombres cómo actuar y a qué rendir culto; les explicaban los orígenes del mundo, del pueblo y de por qué eran lo que eran.

Los narradores de estas culturas son considerados un instrumento valioso y de alta estima. Estos narradores recibían las enseñanzas de sus padres que continuaban con la tradición y costumbre de divulgar mediante la oralidad. Estos narradores tenían una preparación estricta,  para que el antiguo arte de la palabra se conservara de manera correcta y el mensaje fuera claro y  llevara a cabo su objetico de educación y unificación.

La oralidad está compuesta de memorias y olvidos que se van sucediendo según el relator considere trascendente. El texto oral es fluido y responde a las características y condiciones del narrador, quien mediante gestos, énfasis e impostación de la voz, cuenta y explica situaciones y acontecimientos que atañen al pueblo y que son relevantes para ellos.  La oralidad es una mezcla de teatralidad, conceptualización y creación, que gracias a la memoria se va transmitiendo de boca en boca. Creación, pues es el relator quien va creando un relato a partir de las enseñanzas que ha recibido y que va generando un diálogo con su comunidad. De esta manera, se puede deducir que el pasado no está estancado sino que está en permanente dinamismo.

Por Pedro Cerda

De esta manera, la memoria va generando y transformando el imaginario social, imaginario que se ha formado por la combinación de las culturas ancestrales y su cultura oral y la modernidad

La sabiduría popular, ha explicado los inicios del mundo a través de mitos fundacionales y numerosos relatos que dan cuenta de cómo se conformó el mundo. Los mitos juegan un papel fundamental que ayudan a responder el origen tanto del hombre como del universo y que don parte de la oralidad de Latinoamérica, con sus relatos moralizadores y llenos de simbolismos.

Una de las características de la tradición oral en Latinoamérica es que es anónima, y que se basa en la complicidad de los miembros de una comunidad que sustentan su identidad comunitaria.

Cuando arribaron los españoles al Nuevo Mundo, se encontraron con un mundo muy diferente al que conocían y para ellos, el nuevo territorio se caracterizaba por  barbarie y salvajismo. Los conquistadores vieron en los indígenas caos y desorganización.  Por este motivo, por la necesidad de establecer un orden y hacer legítimos los procesos llevados a cabo en estas tierras ajenas, peor dominadas, incorporaron la escritura y una sociedad basada en el papel. La oralidad era vista como incierta y sin fundamentos claros, por lo que la escritura vino a cumplir el rol de ordenar las ciudades que se iban emplazando en Latinoamérica. La escritura establecía las leyes que iban conformando estas ciudades y a los ciudadanos que las componían, además de jerarquizar la sociedad y establecer sus bases en el papel.

La voz anónima y colectiva que surge gracias a la tradición oral está constituida desde memorias y olvidos, esto lo pudimos observar en el periodo donde los letrados del periodos de la colonia con el fin de salvaguardar las distintas tradiciones de los pueblos utilizaron la escritura. Aunque ante esta medida se instaló una memoria oficial acerca de los distintos hechos, tradiciones y costumbres, olvidando otros aspectos o realidades no se debe desmerecer esta acción, ya que esta acción surgió como parte de la eminente evolución que estaba viviendo la sociedad

La escritura y lo oral mantienen una estrecha relación, y  manifestaciones tales como la poesía, la música, el teatro son producto de esta asociación. La oralidad se va transformando de manera constante. Esto lo podemos ver en la relación profunda entre oralidad  y nuevos soportes tanto audiovisuales como electrónicos, que predominan en la actualidad.

La narrativa popular y colectiva convive con las nuevas narrativas y Latinoamérica es el producto de todo este proceso que desde los indígenas originarios y hasta la actualidad, han conformado este inmenso territorio.

La oralidad es cultura viva, y no tan sólo en lo rural sino que también en lo urbano. Jesús Martín Barbero indica que hay tres narrativas de identidad: la de los cuentos de miedo y de violencia (que desde el campo se han desplazado a la ciudad, vía narración autobiográfica de millones de desplazados), también el refrán, el chisme y el chiste; la oralidad de la radio, el cine y la televisión; y la oralidad de la música popular que va de la salsa, al rap y pasando por el rock”.  Esta mezcla es la que ha caracterizado la cultura oral y las bases de la cultura latinoamericana que ha nacido y surgido de la base de la palabra hablada.

Una de las manifestaciones que surgen hoy en día de la cultura oral en la ciudad, es el hip hop que es un estilo de marginados, de una actitud de rebeldía ante el sistema y que ha conseguido calar en la cultura popular.  Este movimiento está constituido por la música, grafiti y break dance, todas estas manifestaciones se encuentran entrelazadas,  aunque poseen un importante carácter de independencia.

Por Chris Lombardi

La música se relaciona de manera directa con la cultura de cada país, el rapero o MC es el encargado de relatar sus letras mediante rítmicos  beats.  Las temáticas tratadas en las canciones atañen en gran medida a contextos sociales, políticos y económicos, ya que como se dijo anteriormente los principales exponentes del género pertenecen a  guetos o barrios bajos, donde la gente vive en la precariedad.

En Chile, uno de los principales exponentes musicales del hip hop es Tiro de Gracia, sus letras iban dirigidas a las distintas situaciones sociales en la que los integrantes crecieron. Las carencias y prejuicios que deben vivir los integrantes de algunos sectores del país. Un ejemplo de esto es su canción “Joven de la Pobla”, la cual relata las vivencias de un joven que se encuentra encasillado por los estereotipos y discriminaciones que la sociedad lo hace víctima.

Por otro lado, la poesía urbana es muestra de la cultura oral en la ciudad. Esta consiste en la creación literaria por parte de diferentes escritores, los cuales a través de las letras plasman su visión de los cambios de sus entornos  en distintos niveles como el social, político, cultural, tecnológico, etc.

Existen circuitos de poesía, en donde numerosas personas se reúnen alrededor de un poeta quien narra sus obras a los presentes, tal como se hacía en la antigüedad en numerosos pueblos. Un relator rodeado de espectadores que escuchan lo que el poeta desea transmitir.

Otra manifestación de la oralidad en la ciudad actual latinoamericana es la telenovela.  Esta expresión  absorbe el predominio de contar, carácter dialógico y personajes con rasgos que definen muy bien al tipo de población en el cual están inspiradas. Esta manifestación se presenta como un respiro a la población, un espacio de recreación y ocio mediante las diversas temáticas que las telenovelas tratan. La telenovela es heredera de la oralidad por excelencia ya que a través del contar, narra las vivencias de personajes arquetipos de la sociedad latinoamericana. También tiene partes del cuento y  la música, siendo un relato en donde confluyen narrador y experiencias. Además, como son populares, también encontramos acá, otro elemento fundamental de la oralidad: la oralidad de lo cotidiano.

Apreciaciones finales

Publicado: diciembre 21, 2010 en Uncategorized

En conclusión, la oralidad  ha tenido un alto impacto en la sociedad actual, ya sea, en aspectos de masas o individuales. La cultura oral ha sido la encargada de difundir las tradiciones de Latinoamérica, desde las culturas precolombinas como los aztecas o los incas hasta los esclavos brasileños o centroamericanos.  Hemos podido apreciar que la oralidad no es un pasado, no es un ente estancado, desde los mitos y leyendas que crearon generaciones pasadas para explicar distintos fenómenos hasta las distintas manifestaciones que existen en la actualidad como el hip hop o las telenovelas. La oralidad, aunque en un momento se pensó extinta, está evolucionando y cambiando según lo ameriten las nuevas generaciones que se valen de nuevas técnicas que van surgiendo y ayudando a la gente a expandir su cultura y tradiciones.

Por Rebeca Hunx

En la sociedad se mezclan distintos universos de relatos propios de la oralidad, que provienen de distintas vertientes y que van creando un sólo flujo que termina siendo el relato de un pueblo o sociedad. La oralidad es parte central de la historia de Latinoamérica y gracias a esta fuente, se fue conformando la unidad de los pueblos que habitaban este continente y su identidad cultural.

La oralidad es un elemento vital, el ser humano siempre está comunicando y la oralidad es la manera histórica y fundamental para hacerlo. A pesar de los cambios que están ocurriendo, la oralidad está vigente  y sólo está en nosotros volver a llevar a los niños a nuestras rodillas y contarles aquellas historias que nos relataban nuestros abuelos (tal como lo hacían los originarios en siglos anteriores) para aportar en la creación  de su identidad como individuos y como parte de un pueblo.